domingo, 30 de noviembre de 2014

¿Por decirlo? : Opinión : La Hora Noticias de Ecuador, sus provincias y el mundo

¿Por decirlo? 

Los estudiantes del Mejía, las protestas obreras,
muchos periodistas y analistas, cualquier persona, todos somos acusados de
contrarrevolucionarios. Pero veamos. La OPEP, que suministra el 30% del petróleo
consumido en el mundo, no tiene intención de recortar su producción. Pese a que
algunos expertos dicen que hay un sobreabastecimiento en el mercado mundial que
podría subir el próximo año, la demanda de crudo disminuirá y afectará, sin
duda, a nuestro país. ¿Quién lo menciona o analiza se vuelve enemigo de la
‘revolución ciudadana’?

Plantear que la caída del precio del petróleo
solo afecta una parte de la economía es como diseñar un “reality show” para
televisión y pretender que el televidente crea que los diálogos dentro de una
casa rodante, llena de cámaras de televisión, es una escenario de verdades.
Cuando un poderoso nos cuenta que la economía y el financiamiento estarán
cubiertos el próximo año, por mucho sustento discursivo que tenga, suena a
cuento para niños que solo una hinchada fanática podría creerla e
imaginarla.



El libro ‘Los naranjos del lago Balatón’
cuenta un pasaje de la historia de Hungría. En 1956 el país intentó liberarse
del control soviético con protestas de obreros y estudiantes y una multitud
desarmada fue masacrada por el ejército de ocupación. El régimen estalinista
húngaro decidió garantizar la autosuficiencia alimentaria (o soberanía
alimentaria) con la siembra de naranjas cerca del lago Balatón pero el invierno
y el microclima del lugar destruirían cualquier cultivo.



El ingeniero agrónomo encargado del proyecto
alertó de esa situación pero el partido de gobierno nunca podía equivocarse. Los
árboles que plantaron en dos años se marchitaron y se secaron. El partido
oficial hizo fusilar al ingeniero por contrarrevolucionario y por anunciar el
colapso de lo que en nuestra realidad representaría la soberanía alimentaria.
Asimismo el precio del petróleo podrá no representar el gasto del gobierno pero
sí de muchos programas sociales y de la estructura macroeconómica del país.
¿Contrarrevolucionario por decirlo?

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