lunes, 24 de noviembre de 2014

Temas clave : Opinión : La Hora Noticias de Ecuador, sus provincias y el mundo

Temas clave

El Gobierno pasa por alto el debate sobre temas
clave: las causas para el visto bueno laboral, la controversia sobre el derecho
a la huelga y la construcción de la jornada de trabajo, que implicaría trabajar
de lunes a sábado o de miércoles a domingo. La discusión sobre los mecanismos de
contratación colectiva y los contratos, a tiempo fijo de 3 meses, 6 meses, hasta
un año, permanecen latentes.



La eliminación de la jubilación patronal que
se convirtió en un fondo de ahorro y la desaparición de los centros médicos del
lugar de trabajo requieren de diálogo. Si no es demagogia insertar las amas de
casa a la seguridad social, alguien tendrá que explicar con cifras, los
objetivos, presupuestos, fuentes de financiamiento y el límite a la distribución
de utilidades. ¿Cuánto y de dónde saldrá la pensión por vejez, muerte e
invalidez de las amas de casa? ¿El IESS tiene capacidad financiera para afiliar
medio país?



El discurso oficial gira en torno a la
eliminación del contrato a plazo fijo, la prohibición del despido para las
mujeres embarazadas y los dirigentes sindicales, la mensualización de los
décimos de forma voluntaria, el tope máximo para las utilidades y la elección de
los dirigentes sindicales por votación directa. La propuesta es muy esquiva
frente a la realidad de los grupos empresariales y a la pretendida apertura de
inversiones privadas. Varias voces involucradas expusieron los efectos del
ajuste y el incremento de despidos; a su vez, de los altos niveles de desempleo
y subempleo.



Las centrales sindicales consideran que, con
las marchas de protesta, se logró modificar el proyecto de Ley de Tierra y
evitar la mensualización de los décimos. Colocan sobre el tapete el proceso de
revocatoria del mandato de los asambleístas que extienden la concreción y
elaboración de leyes que no se cumplen. Lanzan alertas para convocar a una
huelga nacional y a una consulta popular. Los trabajadores quieren ocupar un
espacio concreto en la agenda de la supuesta ‘revolución ciudadana’ y mantener
la lucha obrera que aún perdura y escribe la historia.


 

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