jueves, 3 de enero de 2013

Año de paradoja : Opinión : La Hora : Santo Domingo

Año de paradoja : Opinión
Las mentiras del primo Pedro Delgado y sus acólitos, el caso del préstamo al argentino Gastón Duzac o el envío de una ‘narcovalija’ diplomática a Italia encarnan un año plagado de insensatez con el discurso demagógico de “manos limpias” y de “corazones ardientes”. El año que concluye afianzó mucha infraestructura, pero pulverizó las ilusiones de la gente, pues consolidó la conducta del gasto a través del manejo del petróleo y la subida de impuestos, aunque se oculte en la economía una escasa producción, salarios bajos e inflación en dólares.

Lo que sí fue un tiempo para el lavado de activos, la captura de toneladas de droga, laboratorios y avionetas fantasmas con multiplicidad de crímenes en las calles y fronteras, que simbolizan la expansión de los carteles del narcotráfico en Ecuador y recalcan el año de apoteosis de la inseguridad ciudadana. Con una corrupción campante que persiste como siempre pero hoy sin organismos de control activos.

Un año para el caudillismo autoritario y la censura que anuló instituciones y personalizó en uno los poderes del Estado para construir una nueva oligarquía a dedo. El año cuando el premio de periodismo Rodolfo Walsh se entregó al máximo opresor de la libertad de prensa, como si el Premio Nobel de Medicina se entregara a Jack, ‘el Destripador’.
2012 quedará grabado como el año de la tomadura de pelo cósmico, porque los mayas se equivocaron o no los entendieron bien las civilizaciones colonialistas occidentales, que después de siglos notaron recién que la venta libre de armas es un riesgo para niños inocentes en las escuelas, cuando algún sicópata los balea por placer.

Tan violento como la enemistad con Irán y una masacre en Libia o Siria. Pese a todo, el mundo sigue su marcha. Y quizá al Vaticano le importó más que el burro y el buey no aparezcan en el nacimiento de Belén. Lo que arrastró a mucha gente a leer el Evangelio mejor que Saramago y al burro a participar en las elecciones para ganar un puesto de asambleísta.

Por eso al ‘Año Viejo’ hay que quemarlo con pasión, para que no regresen los autócratas rampantes, los culpables, corruptos y mentirosos. Con el nuevo año que inicie la fase de cambios que rescaten la dignidad de todos: huelguistas, combatientes ecologistas, estudiantes, investigadores, científicos, trabajadores, de los periodistas que aún no han renunciado a su oficio y los pequeños héroes de la vida cotidiana. Ojalá.

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