¿Falta propaganda? : Opinión : La Hora Noticias de Ecuador, sus provincias y el mundoLa infinidad de cadenas del CNE es un exceso ilegal. Esa terapia para intentar generar confianza seudo-institucional durante la hora pico del encendido televisivo, no sirve cuando no dice nada e intenta convencer con bártulos o pretender tapar ilegalidades. La revisión de firmas es una intromisión del Estado en la vida privada de los ciudadanos para casi obligar a confiar y descartar, a pura propaganda, un fraude electoral.
Si la intenCión fue explicar que los partidos MPD y PRE quedaron fuera de la próxima contienda o están próximos, no es necesario dilapidar fondos públicos en campañas inútiles que no atienden ni los convencidos, que son cada vez menos. Ni los críticos que son cada vez más. No hay respuesta válida cuando son claros los tejidos trágicos e inauditos del organismo electoral en un escenario lleno de titubeos y mañoserías.
Ejemplo: la ruptura del Movimiento Poder Ciudadano con el oficialista Alianza PAIS. Paradoja que clarifica solo la salida de Diego Borja, exministro Coordinador de la Política Económica y expresidente de la Comisión Técnica de la Nueva Arquitectura Financiera correísta. Según Cancillería y algunos mensajes de Raúl Patiño colocados en red, lo inculparon como responsable de la entrega de firmas falsas para la inscripción de AP en el CNE.
El diablo paga así a sus devotos. Se trata del excompañero de la Universidad de Lovaina-la-Neuve, en Bélgica, exasesor del ministro Freddy Ehlers, quien reformó la Ley de Hidrocarburos -para captar el 50% de los ingresos de las compañías petroleras privadas- y dirigió la reducción de la deuda externa en un 25% del PIB. Incluso planteó la recompra de USD 740 millones en bonos que antes pagaban el 12% de interés anual. ¿Traición acaso? ¿De quién?
La propaganda del CNE eclipsa hechos trascendentes, pues consta el inadmisible asesinato del hermano del ministro del Interior, José Serrano. Un deplorable suceso que remueve las fibras más sensibles de los mismos planificadores de la política de seguridad del país. La violencia hoy desborda todo mecanismo de auxilio y regresión. La criminalidad es materia de debate y discurso de campaña electoral, como las denuncias de corrupción y el silencio de la Contraloría: caso IESS y subcontratación de clínicas privadas favorecidas o gestión secular del Comité Olímpico Ecuatoriano. ¿O falta más propaganda del CNE para confiar en algo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario