Por goteo, el Gobierno desenmascara la realidad
económica del país. El vaso de agua parece que le llegó hasta el borde y el
discurso oficial se queda sin piso. En tiempos de contradicción: entre
dolarización y soberanía, entre capitalismo y revolución ciudadana algún juego
había que inventar. Si bien el uso de la divisa estadounidense evita que nuestra
economía caiga en una progresiva devaluación, pues se desatan diversos tipos de
inflación, las opciones de financiamiento Estatal escasean.
económica del país. El vaso de agua parece que le llegó hasta el borde y el
discurso oficial se queda sin piso. En tiempos de contradicción: entre
dolarización y soberanía, entre capitalismo y revolución ciudadana algún juego
había que inventar. Si bien el uso de la divisa estadounidense evita que nuestra
economía caiga en una progresiva devaluación, pues se desatan diversos tipos de
inflación, las opciones de financiamiento Estatal escasean.
No más deuda externa a cambio de petróleo por
adelantado. No más créditos chinos y menos con organismos convencionales porque
fueron cómplices de ‘la noche neoliberal’ de gobiernos pasados. No más dinero
para el excesivo gasto público y el continuismo del dispendio propagandístico de
los últimos siete años. Tampoco más subsidios, sea gas o combustibles. Pero,
falta dinero... y mucho.
Las autoridades económicas proponen un dinero
electrónico como alternativa. Los teléfonos móviles y computadoras pasan a
realizar transacciones a manera de billetes y se aplica un valor monetario
establecido para fijar un circulante virtual. El dinero físico no será necesario
emitirlo ni respaldarlo con reservas de oro, pues la moneda virtual deambula en
el espacio cibernético.
El Banco Central anuncia que utilizará unas
466 mil onzas de oro, un 60% del total, que permanecían en sus bóvedas como
reserva para negociarlo junto con las joyas privadas de bancos especializados.
Ecuador escogió a la firma estadounidense Goldman Sachs para colocarlo en el
mercado mundial, la que acogió las reservas de Grecia en 2008 antes del colapso
financiero y la crisis inmobiliaria en la Unión Europea.
Tercero, los entes gubernamentales de control
de medios de comunicación monitorean a tiempo completo el desarrollo de la
información, pues es más evidente que se empeña el oro de la nación y el
respaldo financiero a cambio de un experimento con billetes virtuales. Así, la
minería artesanal y la explotación a gran escala son un objetivo para abastecer
el escape de este metal precioso.
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