¿No es poco convincente pensar que si el país
tiene buena economía regrese de pronto al mercado de capitales internacionales?
Hace dos semanas, Goldman Sachs otorgó USD 400 millones a cambio de 1.160 barras
de oro y ahora los bancos Citigroup y Credit Suisse, juntos, emitieron bonos por
USD 2 mil millones. Sin límites ni explicación técnica suficiente sobre las
retribuciones especiales que recibirán los bancos o los supuestos beneficios,
los bonos se negociaron a un plazo de diez años y un rendimiento de 7,95%, según
datos oficiales. ¿Acaso la economía no es envidiable como cuando se habla del
‘milagro ecuatoriano’ en el exterior? Una decisión coherente en un escenario de
crisis, pero ¿para qué si los precios del petróleo y su producción alcanzaron su
máximo histórico?
tiene buena economía regrese de pronto al mercado de capitales internacionales?
Hace dos semanas, Goldman Sachs otorgó USD 400 millones a cambio de 1.160 barras
de oro y ahora los bancos Citigroup y Credit Suisse, juntos, emitieron bonos por
USD 2 mil millones. Sin límites ni explicación técnica suficiente sobre las
retribuciones especiales que recibirán los bancos o los supuestos beneficios,
los bonos se negociaron a un plazo de diez años y un rendimiento de 7,95%, según
datos oficiales. ¿Acaso la economía no es envidiable como cuando se habla del
‘milagro ecuatoriano’ en el exterior? Una decisión coherente en un escenario de
crisis, pero ¿para qué si los precios del petróleo y su producción alcanzaron su
máximo histórico?
El dinero público nace del pago de impuestos
y otros rubros, pero muchos contribuyentes no estamos dispuestos a prestar a la
banca mundial. No somos consultados. Sin embargo, en reiteradas ocasiones el
Gobierno ha garantizado que no hay recesión ni dificultades extremas y, tal vez,
por eso, nadie discute sobre los límites del dispendio propagandístico ni sobre
la reducción de sueldos a los empleados públicos o a la cantidad de ministerios
del correísmo. Mientras se muestran carreteras o se anuncian ocho
hidroeléctricas, proyectos de siderurgia, petroquímicos y astilleros, la
autoridad asume su derecho al despilfarro y al endeudamiento casi obligado. Un
argumento oficial que resguarda las supuestas condiciones para la inversión y el
desarrollo humano, pero que de forma progresiva entrega los activos nacionales y
la soberanía: una parte a China y ahora a los inversionistas de Estados Unidos y
Europa. Banqueros que se olvidaron el diciembre de 2008 cuando el país se
declaró en moratoria de los bonos 2012 y 2030, pero después de seis meses
recompró el 91% de esos papeles con un descuento del 70%. ¿Un olvido de USD 2
mil millones que corresponde al ahorro calculado por el Gobierno en esos días?
¿Un moroso está de vuelta como tituló el Financial Times o los mercados
simplemente no tienen memoria?
Los expertos creen que no hay rendimiento
para los bancos en Estados Unidos y la alternativa es la economía dolarizada
ecuatoriana, que creció 4,5% el año pasado, pues los bonos soberanos e intereses
subieron un 10%. El pragmatismo y oportunismo correísta recorre el mundo y se
considera que este país está al día en los pagos de los bonos Global 2015
(subieron 2,5 puntos este año) e incluso que intenta restaurar sus relaciones
con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque esa última deuda de USD 650
millones ya no sería ilegítima. Además el Banco Mundial también ya dobló el cupo
del monto de endeudamiento.
El futuro clarificará el riesgo. ¡Gracias,
bonos
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