lunes, 19 de agosto de 2013

Revolución en ciernes : Opinión : La Hora Noticias de Ecuador, sus provincias y el mundo

Revolución en ciernes
La letanía y cierre de la iniciativa Yasuní ITT (Ishpingo-Tambococha y Tiputini) muestra que se construyó un discurso demagógico lleno de falacias. Nunca llegó la pretendida contribución responsable de los países que más contaminan el planeta ni se concretaron los acuerdos internacionales de protección ambiental. El intento fue recaudar USD 3.600 millones y se obtuvieron sólo 336; ahora se explotarán unos 920 millones de barriles de petróleo con todo su impacto.

¿Faltó tiempo, tal vez, porque se requieren generaciones enteras y varias décadas para comprender la magnitud del calentamiento global? ¿A quién le importa la emisión de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono que aún se pueden evitar? ¿Acaso una consulta popular resolverá si es prudente o no la explotación petrolera o faltan muchísimas marchas de protesta para exigir la reducción de gases de efecto invernadero? ¿Cuál es la señal al mundo sobre una propuesta con un oculto doble discurso? ¿Existe seguridad jurídica en un país que pretende la reelección indefinida de un gobierno concentrador de poder, que merma su propia palabra con cambios anticonstitucionales?

La codicia se impone sobre la razón. Si se explota el Yasuní, se arrasará con un paraíso mega-biodiverso y único a cambio de una bonanza que acabará en poco tiempo apenas baje el precio del crudo. Si se lo preserva, se convertirá en un sitio de peregrinación eterno y será quizá el último laboratorio científico natural que agradecerán las próximas generaciones por sus inagotables beneficios generados para el país. El ansia de dinero vencerá a la pretendida revolución ciudadana y a la palabreja del Buen Vivir que prioriza el gasto por encima de la vida vegetal y animal, el agua dulce, el futuro de nuestros niños y el destino de la humanidad.

Gobernar no sólo es pensar en las próximas elecciones, ni temer perder prebendas y lanzar fuegos artificiales tras cada desliz o desmantelar instituciones para cambiarlas por otras de estilo autocrático, sino que es saber escuchar a la gente. La confirmación de explotación del ITT puede ocasionar un verdadero debate social con movilizaciones que saquen a la luz los malos manejos y fraudes en temas ambientales. La política del rechazo al Régimen ante las ofertas incumplidas ya anuncia protestas. La cuestionada revolución ciudadana está en ciernes frente a su propio doble discurso.

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