lunes, 5 de agosto de 2013

‘Chucho’ hasta siempre : Opinión : La Hora Noticias de Ecuador, sus provincias y el mundo

‘Chucho’ hasta siempre
Las despedidas no son sitios sólo para sollozar cuando no se entiende que nada es para siempre en la tierra. Un locutor decía: “Murió Christian, el ‘Chucho’ Benítez, el número 11 de la selección de fútbol junto a sus sueños, anhelos y triunfos y se escribe otra leyenda. Difícil creer. Un nudo en la garganta y una pausa de días para despedir a un buen ser humano, al geniecillo moreno, al cabeceador ágil y eficaz de la cancha”.

El aparecido fugaz del área chica, el de los mil errores y goles clave, aquél paladín aclamado en México, Ecuador e Inglaterra, había muerto a sus 27 años por un paro cardíaco en tierras lejanas. En parte: la historia del migrante que no pudo comunicarse en otra lengua. Si el periodismo existe para entregar respuestas e investigar razones, tendrá que empeñarse en clarificar y dar seguimiento a esta historia para que el mito tenga un desenlace legítimo y la leyenda perdure con transparencia.

La muerte de Benítez construyó la pasión y dolor colectivo, esa simbiosis con el hincha: la leyenda del gladiador intempestivo. Lo que importa ahora es concluir la historia y clasificar al próximo mundial como un homenaje porque una partida imprevista no la asume fácilmente la afición. Falta un goleador. Desde la Federación Ecuatoriana de Fútbol sólo se han escuchado lamentos y pocas respuestas ante las circunstancias controversiales de la muerte del ‘Chucho’ y el vacío que él ha dejado en la selección.

La muerte de un joven futbolista eclipsó por completo el discurso cotidiano politiquero que confunde a diario como cuando se dice que un delito es terrorismo o una protesta, rebelión. El país, por primera vez, se preguntó: ¿Dónde queda Qatar? ¿Cómo será la Copa del Mundo 2022? ¿Cómo es que una peritonitis es tan fulminante? ¿Por qué las muertes súbitas se repiten en deportistas?

El ‘Chucho’ dedicó sus mejores horas para alegrar estadios y dejar hinchadas con el sabor del triunfo, digno, agradable y placentero. Muchas alegrías y lamentos provocaron sus jugadas. Su muerte guarda interrogantes pero sus goles y recuerdo prevalecen desde ya en el alma colectiva.

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