domingo, 17 de febrero de 2013

‘Primer día de lo mismo’ : Opinión : La Hora Noticias de Ecuador, sus provincias y el mundo

‘Primer día de lo mismo’ 
‘Último día del despotismo, primero de lo mismo’ fue la frase lanzada ‘a los cuatro vientos’ para interpretar la emancipación del yugo español y la introducción de un sistema político libertario mañoso, en el cual la tiranía presidencial sometió con mayor virulencia a las clases sociales más vulnerables del naciente país. No hay otra mágica expresión para interpretar la reproducción del poder sin sentido republicano y la reencarnación de un triunfalismo gubernamental sin ideología.

Fue un texto abstracto pintado en las paredes del Quito del siglo XIX de manera libre, creativa e ilimitada, con fines de simple divulgación. En teoría, la esencia de aquel grafiti fue cambiar y evolucionar a través de un atractivo visual, con un alto impacto en los receptores. Nació como parte de un movimiento urbano rebelde, de manera espontánea, veloz y en un lugar público.

Un escrutinio presidencial suele tener contingencias y sorpresas cuando un proyecto político deviene de una élite clarividente y lúcida, pero cuando la reelección inmediata presidencial se impone por ley para engendrar la copia del régimen totalitario, el escenario carece de asombro. Sin fascinación, el ambiente electoral desvanece los casos de corrupción sonados -la valija diplomática, el crédito al argentino Duzac, la huida del primo Pedro Delgado, los contratos mineros y los préstamos chinos-.

Pronto ya nadie recordará la fuga masiva de presos de la cárcel de máxima seguridad, ni cuestionará los vínculos con el cartel de Sinaloa, ni indagará sobre los radares chinos inservibles, la llegada de narco-avionetas y la edificación del narco-estado en la mitad del mundo. Que la autoridad electoral perdió confianza en la víspera de los comicios y que ahora ronda el fantasma del fraude.

¿Razones? El reiterado abuso de la parafernalia estatal, encuestas a boca de urna a destiempo, reinscripción y depuración de organizaciones políticas con firmas falsas e improvisación de un sistema informático conducido por ‘hackers’ y liderados por apasionados de la matriz oficialista.

Pese a todo, el diagnóstico sugiere que la cantidad de votos no define la realidad pues cabe siempre un proceso de saneamiento previo para pasar a una segunda vuelta electoral y obedecer la voluntad del pueblo. Como nunca antes, hasta alcanzar el último día del despotismo y vivir al fin el último día de lo mismo.


kmantilla@lahora.com.ec
@klebermantillac

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