domingo, 14 de diciembre de 2014

Calentamiento global : Opinión : La Hora Noticias de Ecuador, sus provincias y el mundo

Calentamiento global 

Los Yasunidos acudieron a la Cumbre del Clima, en
Lima, para explicarle al mundo los riesgos de extraer petróleo en la zona del
Parque Nacional Yasuní y la negativa del Estado ecuatoriano para realizar una
consulta popular que evite la explotación de crudo. Activistas y representantes
de entidades críticas intentaron un diálogo con parlamentarios alemanes, pero la
autoridad local lo bloqueó. Un bus que viajaba desde México a la Cumbre fue
detenido en Ecuador. Sin duda, el evento fue la opción más acorde para enfrentar
los aspectos económicos con los ambientales y debatir las planificaciones del
siglo XXI.

En las cumbres se ha puesto de moda enfrentar
grupos de países y no concretar acuerdos. En Perú se conversó sobre el Fondo
Verde que corresponde a unos USD 100 mil millones anuales que los países
industrializados, responsables del calentamiento global, tendrían que pagar a
los subdesarrollados a partir de 2020. De 195 países asistentes, los más
preocupados por los acuerdos son el grupo de países islas que exigen su
supervivencia ante el descongelamiento de los polos. El segundo grupo, quienes
mantienen las reservas petroleras y suman el 50% de la población mundial: India,
China, Bangladesh, Pakistán, Malasia, Venezuela, Argentina y Bolivia.





Los terceros buscan reducir a cero las
emisiones en 2050 y constan, entre otros, Colombia, Chile y Perú. Al final,
muchos creen que cada gobierno debe asumir los efectos del cambio climático y
pocos aprueban la necesidad de un impuesto a la producción y tipo de carbono.
Sin embargo, tal vez las dos únicas coincidencias mundiales son: la necesidad de
combatir a la pobreza pues los más afectados serán los habitantes más
vulnerables frente al daño ambiental causado y las consecuencias catastróficas
si el aumento del clima tiene un promedio de dos grados.

En la mayoría de gobiernos, esa costumbre de
redoblar la presión a través de la policía y los jueces para detener ecologistas
y activistas sociales está cambiando, pues alguien recibirá factura por la mala
aplicación de políticas energéticas e industriales. Esto pese al intento de
generar empleo para reducir la pobreza y no alcanzar un equilibrio ante su
impacto ambiental. El enésimo episodio de represión contra los Yasunidos causa
gracia, pues nace en el mismo gobierno que mentalizó la idea de dejar la
reservas de crudo bajo tierra en el añorado y ahora explotado territorio Yasuní
ITT.

No hay comentarios:

Publicar un comentario