La conservación o explotación petrolera en el
Parque Yasuní describe una nueva visión de la historia y la sociedad
latinoamericanas. Resulta paradójico que Rafael Correa visite las universidades
de Estados Unidos para explicar la realidad económica y social del país
sustentada en la explotación de recursos naturales, impulsó los derechos de la
naturaleza al inicio de su mandato. Los asistentes tendrán que reinterpretar las
charlas sobre dejar el crudo bajo tierra para salvar un pedazo de Amazonía.
Parque Yasuní describe una nueva visión de la historia y la sociedad
latinoamericanas. Resulta paradójico que Rafael Correa visite las universidades
de Estados Unidos para explicar la realidad económica y social del país
sustentada en la explotación de recursos naturales, impulsó los derechos de la
naturaleza al inicio de su mandato. Los asistentes tendrán que reinterpretar las
charlas sobre dejar el crudo bajo tierra para salvar un pedazo de Amazonía.
Los debates académicos tendrán, sin duda, un
eje conductor: la contradicción por los efectos del impacto ambiental y el uso
equilibrado de recursos. Sobre el tapete: las denuncias de la gestión de Texaco
en Ecuador desde 1973 y la viabilidad de la campaña la ‘Mano Sucia de Chevron’.
Esto, frente a iniciativas políticas emergentes y antagónicas de la explotación
petrolera y minera, como sería la realización de consultas populares para
decidir sobre el uso de lugares biodiversos.
Harvard, Yale y el Instituto Tecnológico de
Massachusetts podrán analizar, junto a Correa, la efectividad de las costosas
campañas promocionales y las estrategias sociales a través de la recolección de
firmas para definir el futuro y evaluar los posibles impactos ambientales.
El escenario desata incógnitas sobre los
resultados de otras campañas promocionales como las vigentes para prevenir
desastres naturales en la región. Aquí, las élites dominantes no actúan movidas
por razones morales ni ecológicas, sino por intereses económicos muy
concretos.
Pruebas y hechos muestran una Latinoamérica
que no convive bajo la bandera del pluralismo ni las propuestas inclusivas. Es
un territorio infectado por la acumulación de sucesos confusos y con actores
sociales no identificables, escondidos en la adaptación e introducción de nuevas
tecnologías.
En Ecuador falta fuerza y voluntad para
resolver la delincuencia, los altos tributos, la falta de empleo privado, la
ausencia de incentivos para ahorrar, invertir y emprender negocios y reducir el
déficit de su balanza comercial. La tecno-explotación requiere otra óptica.
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