viernes, 26 de julio de 2013


Apatía y vacaciones


Por Kléber Mantilla Cisneros


La ausencia del presidente Rafael Correa, a causa de sus vacaciones en Bélgica, traza líneas de apatía incoloras en un lienzo pictórico sobre los dioses del Olimpo y un sillón gigante para quien intente imitarlo en sus lides cotidianas. No existe aún tonalidad que plasme los casos de abuso de poder político, económico o social ni la mala intensión de los súbditos del sector público. Nadie se arriesga a investigar y retratar la realidad desde que se aprobó la extraña Ley de Comunicación. Por ahora, hay poco que leer en la prensa y nada que ver en televisión, quizá porque junto a la desaparición de las plagas bíblicas de advertencia a los esclavistas: moscas, ranas, langostas y tormentas de granizo y fuego, parecería que desapareció, también, la corrupción porque pasó al mundo onírico de las sombras y el olvido de los fiscales. ¿Acaso todos se fueron de vacaciones?

Si la solución era, según el discurso oficial, dibujar otra estructura jurídica y moral de la sociedad, habría que equilibrar pesos: los avances en acuerdos arancelarios históricos frente a una pretendida Ley de incentivos para el sector productivo. Y, la otra diplomacia, la que replantea viejos tutelajes porque no concibe los gobiernos como pandillas frente al  espionaje policíaco internacional. A lo mejor, la unión de países latinoamericanos sí valió para exigir explicaciones por una supuesta red de espionaje mundial, pero cuidado cuando la represalia aísla si no se manejan principios y respeto en doble vía y garantías a las libertades internas.

Más bien, en silencio y con pincel oculto, se plasmó un decreto presidencial para que las organizaciones sociales y los ciudadanos fueran controlados por una secretaría de gestión política que prohíbe la actividad partidista, ‘de injerencia en políticas públicas que atenten contra la seguridad del Estado’, según el artículo 26. ¿Qué significa esto? ¿Censurar lo qué habla la gente? ¿Vigilar a quien piensa distinto? ¿A quién razona sobre el poder, los políticos, la farándula y las vacaciones de Correa? ¿Modificar el derecho de asociación según la interpretación de ‘la seguridad oficial’?.

En fin, verano en Europa. Ropa playera. Zapatillas sin medias. Frutas al desayuno. Vasos con hielo y Campari como en Carondelet. Centros comerciales, cine y galerías. Poco tráfico, restaurantes con terrazas y nuevos amigos. Lo íntegro en Bélgica, donde está el cuadro para maquinar cómo organizar, construir y destruir libertades. Unas completas vacaciones para pintar la actividad pública y privada. Por acá, otra pintura: ya nadie paga sobornos ni entrega beneficios y servicios especiales a los funcionarios dentro de ese engranaje empresarial y público que se ha propuesto recrear al caudillo ausente.

 

 

 


@klebermantillac

 

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