Disculpa pendiente
Por Kleber Mantilla Cisneros
En Argentina tres temas diplomáticos fueron de curiosidad: EE.UU., Venezuela e Irán. Correa le dijo a la televisión que es imposible salir de la dolarización y que la economía depende de lo que suceda con esa moneda. Mostró un comercio exterior sin protecciones cambiarias para enfrentar la inflación. Luego justificó la expresión Assange -su ‘hacker’ protegido-, quien denominó a Ecuador: “país insignificante” desde la sede de la embajada que lo asila en Londres. Una mala traducción del inglés, según Correa.
La temática relacionada a Venezuela fue de absoluta indiferencia. Apareció un coideario que ignora completamente el posible agravamiento del cáncer de Chávez. Atrás quedó esa imagen de abrazos festivos y alabanzas; parece que se aproxima una especie de pragmatismo inusual ante los cambios jerárquicos en la estructura política venezolana.
La polémica en el canal C5N se desató cuando Correa descartó que Irán represente alguna amenaza internacional y comparó, tal vez, el peor ataque terrorista anti-judío en territorio argentino con los bombardeos efectuados por los países de la OTAN en Libia.
El 18 de julio de 1994 un coche bomba explotó en la Asociación Mutual Israelita de Buenos Aires. Murieron 85 personas y 300 resultaron heridas, mil casas destruidas y daños incalculables. En 2006 dos fiscales argentinos acusaron al Gobierno iraní de planificar el atentado y a la agrupación Hezbollah de ejecutarlo. La suspensión de un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear a Irán sería la causa.
Un juez pidió la captura de siete exfuncionarios iraníes a la Interpol, la que ratificó las conclusiones de la justicia argentina y ordenó su captura. Irán se negó a acatar la extradición de los acusados y pidió detener a jueces y fiscales argentinos. El entonces presidente Néstor Kirchner denunció a Irán por su falta de colaboración para esclarecer el atentado ante la ONU.
La inoportuna declaración de Correa fue condenada por las organizaciones judeo-argentinas. Reclamaron a Cristina Kirchner disculpas por recibir a sujetos que minimizan o desconocen el atentado más elocuente de la historia argentina. Un dirigente, Julio Schlosser, invitó a Correa y sostuvo que agredió a “toda la sociedad argentina”.
Otro titular, Guillermo Borger, planteó que banalizó el peor atentado: “Uno puede ser ignorante, pero no puede salir a hablar desde la presidencia de una nación desde la ignorancia... Tiene que haber alguna manifestación del Estado argentino, porque esto fue una ofensa”.
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